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Te estás cepillando los dientes una mañana o pasándote la lengua por las encías cuando lo notas. Un pequeño y extraño bulto que ayer no estaba ahí. El corazón te da un vuelco. Tu mente se llena de preguntas. ¿Qué es esto? ¿Es grave? ¿Se irá solo? Es un momento de verdadera preocupación porque cualquier cosa inusual en tu boca te parece alarmante. La buena noticia es que has venido al lugar adecuado. He ayudado a innumerables personas a entender estos pequeños bultos. Este artículo le guiará a través de exactamente lo que ese bulto es probablemente un pólipo gingival. Veremos por qué está ahí y qué debes hacer al respecto. Conseguirás tranquilidad y un plan claro.
Vayamos al grano. Ese bulto liso, a veces rojizo, que has descubierto en la línea de las encías es, con toda probabilidad, un pólipo gingival. Imagínatelo como un papiloma, pero en las encías. Es un pequeño crecimiento de tejido inofensivo. Las encías son resistentes, pero también sensibles. Cuando algo las irrita una y otra vez, el cuerpo puede reaccionar de forma exagerada. Así, crea un pequeño montículo de tejido defensivo para proteger la zona. Este crecimiento se denomina pólipo.
Estas protuberancias están hechas del mismo material que las encías: tejido fibroso con muchos vasos sanguíneos. Por eso pueden enrojecerse y, a veces, sangrar fácilmente si los golpeas con el cepillo de dientes. Suelen ser indoloras y pueden ser firmes o blandas. A menudo crecen sobre un pequeño tallo, como una seta diminuta. Es comprensible que te pongas nervioso al encontrar uno, pero en la mayoría de los casos se trata de la extraña forma que tiene tu cuerpo de hacer frente a una pequeña molestia.
Seguramente te preguntarás qué has hecho para merecer este pequeño visitante. La respuesta suele ser sencilla: algo está molestando a tus encías. La causa más común de un pólipo gingival es la irritación crónica o de larga duración. El cuerpo intenta curar la zona, pero la irritación no cesa. Así que sigue formando tejido. Es como cuando te sale un callo en la mano por usar una pala. El cuerpo añade capas para protegerse.
¿De qué tipo de irritación estamos hablando? Pueden ser varias cosas. Un borde áspero en un diente astillado podría ser el culpable. O tal vez sea una acumulación de placa y sarro a lo largo de la línea de las encías. A veces, la culpa la tiene una prótesis dental mal ajustada. Una dentadura postiza que roza en un punto determinado o una corona con un margen diminuto y áspero pueden provocar la formación de un pólipo con el tiempo. Tu dentista trabaja duro con sus compañeros como un laboratorio de coronas y puentes para asegurarnos de que todas las restauraciones encajan a la perfección. Pero a veces es necesario un pequeño ajuste para que sus encías estén contentas. Los cambios hormonales, especialmente durante el embarazo, también pueden hacer que las encías sean más sensibles y reaccionen de forma exagerada incluso a una irritación menor.
Esta es la gran pregunta. Es la que te quita el sueño después de encontrarte ese chichón. Tecleas "chichón en las encías" en un buscador y, de repente, te encuentras leyendo artículos aterradores. Tu mente salta al peor de los escenarios: el cáncer. Respiremos hondo. Es completamente normal tener ese miedo, pero quiero tranquilizarte. La inmensa mayoría de los pólipos gingivales son completamente benignos. Eso significa que no son cancerosos y que no se extenderán a otras partes del cuerpo.
Sin embargo, y este es un gran sin embargo, usted o yo no podemos estar 100% seguros con sólo mirarlo. Aunque la mayoría de los bultos son inofensivos, cualquier crecimiento nuevo o extraño en la boca debe ser examinado por un profesional. Un dentista está capacitado para detectar las sutiles diferencias entre un simple pólipo y algo más grave. Piense que es como un ruido extraño en el motor de su coche. Probablemente sea sólo una correa suelta, pero lo llevas al mecánico para estar seguro. Pedir la opinión de un profesional es la única forma de estar realmente tranquilo y descartar cualquier pequeña posibilidad de un problema mayor.
Saber qué buscar puede ayudarle a tranquilizarse. Un pólipo gingival típico tiene algunas características clave. Suelen ser pequeños, a menudo de menos de medio centímetro de ancho. Crecen directamente sobre el tejido gingival y no sobre el diente en sí. A menudo se encuentran entre los dientes, donde la comida o la placa pueden quedar atrapadas y causar irritación.
La superficie del pólipo suele ser lisa y puede ser del mismo color rosado que las encías o un poco más rojiza. Este enrojecimiento se debe a los numerosos vasos sanguíneos diminutos que hay en su interior. Debido a estos vasos sanguíneos, el pólipo puede sangrar fácilmente cuando se cepilla los dientes o come algo duro. La mayoría de las veces, el pólipo en sí es indoloro. Sólo sabes que está ahí porque puedes palparlo con la lengua o verlo en el espejo. El síntoma principal es la sensación de tener algo "de más" en la boca.
Cuando vayas al dentista, empezarán con un simple examen visual. Observarán el tamaño, la forma, el color y la ubicación del bulto. Lo palparán suavemente para comprobar su textura. También buscarán el origen de la irritación. ¿Hay algún diente afilado cerca? ¿Hay mucha placa? ¿Su corona o empaste parece tener un borde áspero? Tu dentista es como un detective en busca de pistas.
En muchos casos, un dentista puede diagnosticar un pólipo gingival con sólo observarlo y ver su entorno. Pero para estar completamente seguro, puede recomendar una biopsia. No deje que esa palabra le asuste. Una biopsia es un paso muy sencillo e importante. El dentista adormece la zona por completo y extrae un trocito del tumor o todo el tumor. A continuación, enviará esa muestra de tejido a un laboratorio especial donde un patólogo la examinará al microscopio. Es la única forma de saber con seguridad de qué células se trata. Confirma que se trata de un pólipo inofensivo y te da una respuesta definitiva y sin preocupaciones.
Así que tiene un pólipo y quiere que desaparezca. La solución suele ser muy sencilla. El tratamiento más común es una simple extirpación quirúrgica. Esto suena mucho más intenso de lo que realmente es. El procedimiento es rápido y se realiza directamente en la consulta de su dentista. En primer lugar, su dentista adormecerá completamente el tejido gingival que rodea el pólipo con un anestésico local. Es posible que sienta un pequeño pinchazo debido a la inyección, pero después no sentirá ningún dolor.
Una vez anestesiada la zona, el dentista utilizará un instrumento especial, como un bisturí o un láser, para extirpar cuidadosamente el pólipo. También eliminará el pequeño tallo del que crece para evitar que vuelva a aparecer. El dentista también tratará el origen de la irritación. Se trata de un paso fundamental. Puede alisar una parte afilada de un diente o ajustar un empaste. Si no se corrige el origen, el pólipo puede volver a crecer. La intervención suele durar menos de 30 minutos.
La gran pregunta sobre cualquier procedimiento dental es "¿dolerá?". Como he mencionado, no sentirás dolor durante la extracción en sí gracias a la anestesia. Sólo sentirás una ligera presión o movimiento. Después de que el adormecimiento desaparezca en unas pocas horas, puedes esperar que la zona esté un poco dolorida. Piense en ello como la sensación después de morderse la mejilla. Es más una molestia sensible que un dolor agudo. Es probable que tu dentista te recomiende un analgésico de venta libre, como el ibuprofeno, si lo necesitas.
La recuperación suele ser rápida y sencilla. Su dentista le dará instrucciones específicas. Probablemente tendrá que comer alimentos blandos durante uno o dos días y evitar masticar en ese lado de la boca. También es importante que mantengas la zona limpia, pero con mucho cuidado al cepillarte alrededor de la zona durante los primeros días. Es posible que te pongan algunos puntos que se disuelven solos o que no necesites ninguno. La mayoría de las personas vuelven a la normalidad en una semana y el tejido de las encías cicatriza perfectamente, sin dejar rastro de la protuberancia.
Es una gran pregunta. Te has tomado la molestia de extirparte el bulto y lo último que quieres es que vuelva a aparecer. La respuesta corta es sí, un pólipo puede volver. Pero sólo reaparece si el problema original que lo causó sigue ahí. Si el pólipo fue extirpado pero el borde afilado de su diente no fue suavizado, esa irritación continuará. Su cuerpo puede responder desarrollando otro pólipo en el mismo lugar.
Por eso un buen dentista no se limita a eliminar el síntoma que es el pólipo. Tratan la causa raíz. Encontrarán y eliminarán esa fuente de irritación crónica. Esto puede significar ajustar una corona, arreglar un empaste o hacer una limpieza profunda para eliminar la acumulación de sarro. Por ejemplo, si el problema es un implante, es posible que su dentista tenga que coordinarse con un laboratorio dental de implantes para crear una corona que se ajuste mejor. Al eliminar tanto el pólipo como el agente irritante, su dentista reduce en gran medida la posibilidad de que vuelva a aparecer.
La prevención es siempre la mejor medicina. Puede tomar varias medidas sencillas para mantener sus encías sanas y reducir el riesgo de desarrollar otro pólipo. Lo más importante es una higiene bucal excelente. Esto significa cepillarse bien los dientes dos veces al día y usar hilo dental a diario. El hilo dental es especialmente importante porque elimina la placa y la comida de entre los dientes, que es un punto habitual de irritación y aparición de pólipos.
Las revisiones dentales periódicas también son fundamentales. Tu dentista puede detectar y solucionar posibles problemas, como una pequeña astilla en un diente o un empaste rugoso, antes de que tengan la oportunidad de irritar tus encías. Si te sometes a tratamientos dentales como coronas, puentes o carillas, tu dentista se asegurará de que encajen a la perfección. Se asocian con laboratorios de alta calidad, como laboratorio de chapaspara elaborar restauraciones que sean suaves y se integren perfectamente con sus dientes naturales. No vivas con algo que te sienta "mal". Si una dentadura postiza o un retenedor le roza en algún punto, acuda a su dentista para que se lo ajuste. Unos minutos en el sillón pueden evitar semanas de irritación.
Aunque la mayoría de los bultos en las encías son pólipos inofensivos, siempre hay que actuar con rapidez y acudir al dentista. Pero hay algunas señales de alarma que indican que deberías llamar hoy mismo. Si el bulto crece muy deprisa, es un motivo de urgencia. Si le causa dolor, no espere. Un pólipo simple suele ser indoloro.
También debes acudir al dentista de inmediato si el bulto es de color oscuro, como rojo oscuro, morado o negro. O si tiene una textura grumosa e irregular, como la coliflor, en lugar de ser lisa. Cualquier llaga de la boca que sangre con facilidad o no se cure en dos semanas debe ser examinada por un profesional. No intentes autodiagnosticarte o esperar a ver qué pasa. Siempre es mejor prevenir. Tu dentista es tu aliado en la salud y hacerte una revisión rápida y profesional es lo más inteligente que puedes hacer por tu salud y tu tranquilidad.