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¿Alguna vez te has mirado al espejo y has tenido la sensación de que tus encías se apoderaban de ti? Tal vez tus dientes parezcan más cortos que antes o tu sonrisa se sienta hinchada y abultada. No son imaginaciones suyas. Se trata de una enfermedad real llamada hiperplasia gingival y es algo más que un problema estético. Es una señal de advertencia de tu cuerpo de que algo va mal. Si no se controla, puede ocultar graves caries dentales y provocar una dolorosa enfermedad de las encías. En este artículo, voy a explicarte exactamente en qué consiste esta afección. Te contaré lo que he aprendido sobre sus causas y, lo que es más importante, lo que puedes hacer para tratarla y prevenirla. Convertiremos esa preocupación en un plan de acción.
Empecemos por descifrar ese elegante término médico. "Gingival" sólo significa que está relacionado con las encías. "Hiperplasia" significa el crecimiento excesivo de un órgano o tejido debido al aumento del número de sus células. Por lo tanto, la hiperplasia gingival es simplemente un crecimiento excesivo del tejido de las encías. Me gusta pensar que es como un jardín. Sus dientes son las hermosas flores y sus encías son la tierra. Normalmente, la tierra se queda donde debe estar. Pero con la hiperplasia, la tierra empieza a crecer por encima de las flores, ocultándolas a la vista.
Ahora bien, esto no es lo mismo que la hinchazón temporal que puedes tener de vez en cuando. Cuando tienes gingivitis, la fase inicial de la enfermedad de las encías, las encías se hinchan e inflaman porque están llenas de líquido. También pueden estar blandas y sensibles. La hiperplasia gingival es diferente. El tejido está creciendo. Suele ser firme y denso, no blando. No siempre duele, pero cambia por completo el aspecto de la boca. Esta distinción es importante porque la causa y el tratamiento pueden ser muy diferentes.
Si has notado que tus encías empiezan a arrastrarse sobre tus dientes, probablemente tu primera pregunta sea "¿Por qué me está pasando esto?". Puede parecer alarmante, como si tu cuerpo se estuviera volviendo loco sin tu permiso. La verdad es que el crecimiento excesivo de las encías no se produce por una única razón. Suele ser una combinación de factores, una especie de tormenta perfecta que se está gestando en tu boca. La química de tu cuerpo y tus hábitos crean las condiciones necesarias para que aparezca.
En general, podemos clasificar las causas en unos cuantos grupos principales. Los principales culpables son ciertos medicamentos, que pueden desencadenar este problema como efecto secundario. Otro factor importante es la inflamación, normalmente causada por la acumulación de placa debido a una higiene bucal deficiente. A veces se debe a cambios hormonales bruscos, como durante el embarazo. Y en casos menos frecuentes, puede ser un signo de una enfermedad subyacente más grave o incluso tener un vínculo genético. La clave está en jugar a los detectives con tu dentista para averiguar cuál de estos factores está en juego en tu caso.
Resulta chocante, ¿verdad? El mismo medicamento que tomas para tratar un problema de salud podría estar causando un problema completamente nuevo en tu boca. Es una de las causas más comunes que veo. Estás tratando de controlar tu tensión arterial o prevenir convulsiones y, de repente, tus encías empiezan a hincharse y a crecer. Es injusto y frustrante. Puede que incluso sientas la tentación de dejar de tomar la medicación para que pare.
Antes de hacer nada, escucha con atención: No deje de tomar la medicación que le han recetado. Eso podría ser muy peligroso. El primer paso es hablar con el médico que te lo recetó. Hay tres clases principales de fármacos conocidos por causar sobrecrecimiento gingival. Se trata de ciertos medicamentos anticonvulsivos (como la fenitoína), los inmunosupresores (utilizados a menudo por pacientes con trasplantes de órganos) y una clase de fármacos para la tensión arterial llamados bloqueantes de los canales del calcio. Su médico es su mejor aliado. A menudo puede cambiarte a otro medicamento que funcione igual de bien para tu enfermedad primaria pero que no tenga este desagradable efecto secundario.
Tu mente puede pensar en el peor de los escenarios. Es normal preocuparse. Aunque la mayoría de los casos de crecimiento excesivo de las encías están relacionados con las causas que ya hemos comentado, es cierto que a veces las encías intentan decirte algo más importante. Tu boca es una ventana a tu salud general. Piensa en tus encías como un sistema de alerta temprana. Cuando empiezan a comportarse de forma extraña, merece la pena prestarles atención.
En algunos casos poco frecuentes, la hiperplasia gingival puede estar asociada a enfermedades sistémicas. Enfermedades como la leucemia, por ejemplo, pueden presentar a veces encías inflamadas, crecidas y sangrantes. También pueden influir otros síndromes genéticos o problemas de salud. Precisamente por eso no hay que dejarlo pasar. Acudir al dentista y al médico no es sólo arreglar la sonrisa, sino asegurarse de que todo el cuerpo está sano. Pueden hacerte pruebas para descartar cualquier cosa grave y tranquilizarte. Pero, por favor, que no cunda el pánico. Lo más probable es que tu problema esté relacionado con una causa más común y tratable.
Hablemos del enemigo número uno de unas encías sanas: la placa. La placa es esa película pegajosa y borrosa de bacterias que se acumula en los dientes todos los días. Si no la eliminas con un buen cepillado y un buen uso del hilo dental, se endurece y se convierte en sarro, que no puedes eliminar por ti mismo. Esta acumulación es la causa principal de la mayoría de los problemas dentales y desempeña un papel muy importante en la hiperplasia gingival.
Ahora, imagina que tus encías ya están sensibles debido a una medicación que estás tomando o a un cambio hormonal. La placa actúa como puro combustible en ese fuego. Las bacterias de la placa liberan toxinas que irritan las encías y provocan inflamación. El sistema inmunitario del cuerpo se apresura a combatir las bacterias y, en las personas propensas a la hiperplasia, esta respuesta se dispara. Las encías no sólo se inflaman un poco, sino que empiezan a acumular más y más tejido. Se crea un círculo vicioso. Cuanto más crecen las encías, más difícil resulta limpiarlas. Esto permite que se esconda aún más placa, lo que provoca aún más crecimiento. Romper este ciclo es el primer paso para recuperar el control.
Por supuesto. Si alguna vez has pasado por la pubertad o el embarazo, sabrás que las hormonas pueden hacer que tu cuerpo haga cosas muy locas. Tus encías no son una excepción. Están cubiertas de pequeños receptores que son muy sensibles a las fluctuaciones hormonales, especialmente a los aumentos de progesterona y estrógeno. Cuando se disparan estos niveles hormonales, aumenta el flujo sanguíneo a las encías.
Esto hace que el tejido de las encías reaccione con mucha más fuerza a cualquier irritante, especialmente a la placa. Por eso algunas mujeres desarrollan "gingivitis del embarazo", en la que las encías se enrojecen, se inflaman y sangran con facilidad. En algunas, esta respuesta exagerada puede derivar en una verdadera hiperplasia gingival, que hace que las encías crezcan notablemente. La buena noticia es que este tipo de crecimiento excesivo suele remitir cuando los niveles hormonales se normalizan tras la pubertad o el parto. Sin embargo, pone de relieve lo importante que es ser muy diligente con el cepillado y el hilo dental durante estas etapas de la vida para mantener la placa a raya.
Sé que es tentador esperar que el problema desaparezca por sí solo. Tal vez piense que es sólo un problema estético. Pero ignorar la hiperplasia gingival es una de las peores cosas que puede hacer por su salud a largo plazo. El verdadero peligro no es lo que se ve, sino lo que ocurre debajo de ese tejido hipertrofiado. A medida que las encías crecen, se separan de los dientes, creando hendiduras profundas llamadas bolsas periodontales.
Estas bolsas son un paraíso para las bacterias destructoras. Son oscuras, cálidas y no se puede llegar a ellas con el cepillo de dientes o el hilo dental. Las bacterias supuran en estas bolsas, lo que provoca una infección crónica. Esta infección puede destruir los ligamentos y el hueso que mantienen los dientes en su sitio, una enfermedad grave llamada periodontitis. También pueden formarse caries en las raíces de los dientes, completamente ocultas por las encías hasta que es demasiado tarde. Con el tiempo, esto puede conducir a la pérdida de dientes e incluso la pérdida de dientes. Así pues, lo que empieza como un problema de "encías hinchadas" puede convertirse en una grave amenaza para toda la boca.
Cuando por fin decide acudir a su dentista, el proceso de diagnóstico es en realidad bastante sencillo. Empieza con una conversación sencilla y un examen visual completo. Tu dentista o higienista observará la forma, el color y la textura de tus encías. No se limitan a mirar, sino que reúnen pistas. Querrán saber desde cuándo notas el problema y si está empeorando.
La parte más importante del examen es la medición de las bolsas periodontales. Utilizando un pequeño instrumento que parece una regla, medirán suavemente el espacio entre la encía y el diente. Las bolsas sanas suelen tener entre 1 y 3 milímetros de profundidad. Las bolsas más profundas que eso son una señal de alarma para la enfermedad de las encías y el crecimiento excesivo. También le pedirán un historial médico completo, prestando especial atención a los medicamentos que esté tomando. Esta información es fundamental para conectar los puntos. Por último, es probable que le hagan una serie de radiografías dentales para comprobar si ha perdido hueso alrededor de los dientes, lo que les indicará lo avanzado que está el problema.
Una vez que se tiene un diagnóstico, es hora de hablar de soluciones. La buena noticia es que existen tratamientos muy eficaces. Su dentista casi siempre empezará por el enfoque más conservador. Esto implica una limpieza profunda profesional, a menudo llamada raspado y alisado radicular. Es más intensa que una limpieza estándar. El objetivo es eliminar todo rastro de placa y sarro por encima y, sobre todo, por debajo de la línea de las encías. En los casos causados principalmente por inflamación, este paso por sí solo puede bastar a veces para reducir significativamente la hinchazón y el crecimiento excesivo, ya que se elimina el irritante.
Si el crecimiento excesivo es grave o es un efecto secundario de la medicación que no puede interrumpir, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. El procedimiento más habitual es la gingivectomía. Durante una gingivectomía, un dentista o un especialista en encías llamado periodoncista elimina cuidadosamente el exceso de tejido gingival, remodelando las encías para devolverles un contorno sano y normal. Este procedimiento elimina las bolsas profundas y facilita la limpieza de los dientes. Suena intimidante, pero es una cirugía rutinaria que puede marcar una gran diferencia.
Después de una gingivectomía, a veces los dientes subyacentes necesitan atención. Puede que se les haya dado otra forma o que necesiten protección. Aquí es donde entra en juego la tecnología dental avanzada. Su dentista puede escanearle digitalmente la boca y enviar el archivo a un dentista especializado. laboratorio dental digital. Este laboratorio puede entonces crear restauraciones increíblemente precisas. Si un diente está debilitado, un técnico de laboratorio de un centro especializado puede realizar una restauración. laboratorio de coronas y puentes puede elaborar una nueva corona perfecta para protegerla, garantizando que su mordida sea correcta y su sonrisa tenga un aspecto estupendo. La precisión de los laboratorios modernos garantiza el mejor resultado posible después de restaurar la salud de sus encías.
Después de haber pasado por un tratamiento, lo último que quieres es que el problema reaparezca. La prevención es tu nuevo superpoder. La estrategia es doble: debes controlar la causa original y mantener una higiene bucal impecable. Si tu sobrecrecimiento fue causado por un medicamento, sigue trabajando con tu médico para ver si hay alguna alternativa disponible. Si no, simplemente tendrás que estar aún más atento a tu cuidado bucal.
Esto significa comprometerse a un nuevo nivel de limpieza. Cepillarse los dientes durante dos minutos completos, dos veces al día, no es negociable. Un cepillo eléctrico puede ser una herramienta fantástica, ya que realiza un trabajo más minucioso. Usar hilo dental todos los días es igual de importante. Un hilo dental de agua puede ser un gran complemento para llegar a zonas de difícil acceso. También tendrás que visitar a tu higienista dental con más frecuencia, quizás cada tres o cuatro meses en lugar de cada seis. Estas limpiezas periódicas evitarán que la placa y el sarro vuelvan a afianzarse.
Además, algunas personas aprietan o rechinan los dientes por la noche, una afección denominada bruxismo. Esta presión constante puede irritar las encías y contribuir a la inflamación. Si tu dentista sospecha que esto ocurre, puede recomendarte un protector nocturno hecho a medida. No se trata de una pieza de plástico endeble de una droguería. Es un aparato duradero y cómodo, fabricado específicamente para tu boca por un profesional. protector nocturno laboratorio dental. Su uso protege los dientes del desgaste y puede dar a las encías un descanso muy necesario, ayudando a mantenerlas tranquilas y sanas.
P1: ¿Puede curarse completamente la hiperplasia gingival?
R: A menudo puede controlarse tan bien que parece una cura. Si la causa es la placa, una higiene excelente y limpiezas profesionales pueden resolverlo. Si es un medicamento, cambiar de fármaco puede detenerla. Si necesita cirugía, se extirpa el tejido sobrante. Sin embargo, si no eres capaz de cambiar la medicación o si tu higiene bucal falla, la afección puede reaparecer. Piense que se trata de una afección crónica controlable, no de una solución puntual.
P2: ¿Es dolorosa la cirugía para eliminar el exceso de tejido gingival?
R: El procedimiento en sí no es doloroso porque su dentista utilizará anestesia local para adormecer completamente la zona. Usted no sentirá nada durante la cirugía. Después, puede esperar un poco de sensibilidad y malestar durante unos días, similar a cualquier cirugía oral menor. Su dentista le recomendará analgésicos de venta libre y una dieta blanda para que se sienta cómodo mientras se cura. La mayoría de las personas se sorprenden gratamente de lo rápido que se recuperan.
P3: ¿Cubrirá mi seguro el tratamiento?
R: Esto depende en gran medida de su plan de seguro específico. La mayoría de los planes de seguro dental proporcionan algún nivel de cobertura para los tratamientos relacionados con la enfermedad de las encías. Una limpieza profunda (raspado y alisado radicular) suele estar cubierta. Los procedimientos quirúrgicos, como la gingivectomía, también suelen estar cubiertos, sobre todo cuando se consideran "médicamente necesarios" para tratar la enfermedad y evitar la pérdida de dientes, que es casi siempre el caso. Lo mejor es que la consulta de su dentista envíe un presupuesto previo al tratamiento a su compañía de seguros para que sepa exactamente qué puede esperar.