Rellene el siguiente formulario y nos pondremos en contacto con usted en menos de una hora.

¿Pueden las enfermedades renales causar problemas dentales?

Me he pasado la vida escribiendo sobre temas complejos y desmenuzándolos para que cualquiera pueda entenderlos. Pero a veces un tema nos toca de cerca. Hace unos años, mi padre empezó a padecer una enfermedad renal crónica. Pensábamos que estábamos preparados para las cosas importantes, como los cambios de dieta y la diálisis. Para lo que no estábamos preparados era para los pequeños problemas que iban apareciendo. Los que sus médicos no siempre mencionaban primero. ¿Uno de los más sorprendentes? Sus dientes. Empezó a tener más caries y su dentista parecía preocupado.

Este es un problema al que se enfrentan muchas personas con enfermedad renal, pero del que pocas hablan. Usted está tan concentrado en mantener sus riñones en funcionamiento que puede no darse cuenta del lento daño que se está produciendo en su boca. Esto puede provocar dolor, infecciones e incluso la pérdida de dientes. Añade otra pesada carga a un camino ya de por sí difícil. Pero, ¿y si pudieras detener estos problemas antes de que empiecen? Este artículo es tu guía. Voy a guiarte a través de la conexión oculta entre tus riñones y tus dientes. Aprenderás por qué ocurre y qué medidas sencillas puedes tomar para proteger tu sonrisa. No se trata sólo de tener unos dientes bonitos, sino de proteger tu salud en general.

Resumen del artículo

    • ¿Qué importancia tienen los riñones?
    • Entonces, ¿cómo perjudican a la boca unos riñones descontentos?
    • ¿La boca seca es algo más que una molestia?
    • ¿Por qué mi aliento huele... diferente?
    • ¿Podrían estar en peligro mis huesos y mi mandíbula?
    • ¿Me sangran las encías con más frecuencia?
    • ¿Qué debo decir a mi dentista sobre mis riñones?
    • ¿Puedo hacerme trabajos dentales como coronas o puentes?
    • ¿Cómo puedo proteger mis dientes mientras controlo mi enfermedad renal?
    • ¿Existe una dieta especial para los dientes y los riñones?

¿Qué importancia tienen los riñones?

Empecemos por el principio. Probablemente sepas que los riñones son importantes, pero ¿qué hacen realmente? Piense en los riñones como el equipo de limpieza principal de su cuerpo. Son dos órganos con forma de judía que funcionan las 24 horas del día. Su principal función es filtrar los productos de desecho y el agua sobrante de la sangre. Estos residuos salen del cuerpo en forma de orina. Es un trabajo en el que nunca piensas hasta que algo va mal.

Cuando los riñones funcionan bien, no sólo limpian la sangre. También ayudan a controlar la tensión arterial. Producen hormonas que el cuerpo necesita para mantenerse sano. Por ejemplo, producen una hormona que le dice al cuerpo que cree glóbulos rojos. También ayudan a mantener fuertes los huesos equilibrando minerales importantes como el calcio y el fósforo. Todo el organismo depende de los riñones para mantener el equilibrio. Son pequeños pero poderosos.

Ahora imagina que ese equipo de limpieza se pone en huelga. Eso es lo que ocurre con las enfermedades renales. Los filtros se dañan y no pueden limpiar bien la sangre. Los productos de desecho y los líquidos empiezan a acumularse. Esto puede hacer que te sientas enfermo y cansado. Con el tiempo, puede dañar el corazón, los huesos y la boca. Comprender esta tarea básica es el primer paso para ver cómo los problemas renales pueden provocar problemas dentales.

Entonces, ¿cómo perjudican a la boca unos riñones descontentos?

Quizá se pregunte cómo dos órganos de la espalda pueden afectar a sus dientes. Parece extraño, pero la conexión es muy real. Cuando los riñones no filtran correctamente la sangre, todo se descontrola. Esto crea un efecto dominó que termina justo en tu boca. Yo lo he visto. El dentista de mi padre fue el primero en preguntarle si tenía algún otro problema de salud porque su boca mostraba signos de ello.

Esto ocurre de varias maneras. La primera es el problema mineral. Unos riñones sanos mantienen el equilibrio entre el calcio y el fósforo. Cuando fallan, los niveles de fósforo en sangre pueden aumentar demasiado. Para solucionarlo, el cuerpo empieza a extraer calcio de los huesos para intentar equilibrar la situación. La mandíbula es un hueso como cualquier otro. Cuando pierde calcio, se debilita y no puede mantener los dientes en su sitio con la misma firmeza.

El segundo es el problema de los residuos. Un producto de desecho llamado urea puede acumularse en la sangre. El cuerpo intenta deshacerse de él como puede. Una parte sale a través de la saliva. En la boca, las bacterias descomponen la urea en amoniaco. Este amoníaco puede provocar mal aliento e irritar las encías. Un sistema inmunitario débil es la pieza final. Las enfermedades renales pueden reducir la capacidad del organismo para combatir las infecciones. Esto significa que un pequeño problema de encías puede convertirse rápidamente en uno grave.

¿La boca seca es algo más que una molestia?

¿Alguna vez ha sentido que su boca está tan seca como un desierto? Para los enfermos renales, esta sensación puede ser constante. Es un efecto secundario común de la propia enfermedad y también de algunos de los medicamentos utilizados para tratarla. Muchas personas intentan ignorarlo. Piensan que no es más que una molestia. Llevan una botella de agua y esperan que todo vaya bien.

Pero la boca seca es un problema mucho mayor que una simple molestia. La saliva es la mejor amiga de tu boca. No sólo mantiene la boca húmeda. Elimina las partículas de comida y neutraliza los ácidos nocivos que provocan las caries. La saliva también contiene proteínas especiales que combaten los gérmenes. Cuando no tienes suficiente saliva, pierdes esa protección natural. Tu boca se convierte en el hogar perfecto para que crezcan las bacterias malas.

Esta falta de saliva es un billete directo a graves problemas dentales. Es mucho más probable que se produzcan caries. Las encías pueden irritarse e infectarse. Incluso puedes tener problemas para masticar y tragar los alimentos, lo que puede dificultar la obtención de los nutrientes que necesitas. Si tienes la boca seca, no te conformes. Es una seria señal de advertencia de que tu salud bucal está en peligro y debes tomar medidas.

¿Por qué mi aliento huele... diferente?

A nadie le gusta tener mal aliento. Nos cepillamos los dientes, nos enjuagamos la boca y nos damos caramelos de menta para mantener el aliento fresco. Pero a veces las personas con enfermedad renal notan un tipo de mal aliento muy específico. No es el que se produce al comer ajo o cebolla. Es un extraño olor metálico o a pescado que a menudo se describe como un olor similar al amoníaco. Los médicos incluso le han dado un nombre: fetor urémico.

Este olor extraño es el resultado directo del fallo de tus riñones. ¿Recuerdas ese producto de desecho llamado urea? Cuando se acumula en la sangre también termina en la saliva. Una vez en la boca, las enzimas la descomponen en amoniaco. Ese amoníaco es lo que usted y los demás pueden oler en su aliento. Es una señal de que tu cuerpo está sobrecargado de productos de desecho que no puede eliminar.

Si nota este olor es algo más que un problema social. Es una clara señal de su cuerpo de que su enfermedad renal puede estar empeorando. Es una señal de que necesita hablar con su nefrólogo o médico del riñón. Aunque un buen cepillado y el uso del hilo dental pueden ayudar un poco, no pueden arreglar la causa raíz. El olor proviene del interior de su cuerpo, no sólo de la comida que se queda en la boca. Es una señal de salud que nunca debes ignorar.

¿Podrían estar en peligro mis huesos y mi mandíbula?

A menudo pensamos que nuestros huesos son sólidos y permanentes, como el armazón de un edificio. Pero los huesos son tejidos vivos. Se descomponen y reconstruyen constantemente. Para ello necesitan un equilibrio adecuado de minerales, especialmente calcio y fósforo. Esta es otra de las importantes funciones de los riñones.

Cuando los riñones no pueden hacer su trabajo, el fósforo se acumula en la sangre. Este elevado nivel de fósforo hace que el organismo libere una hormona. Esta hormona extrae calcio de los huesos para intentar equilibrar la situación. Es como quitar ladrillos de los cimientos de una casa para tapar un agujero en el tejado. Con el tiempo, los huesos se vuelven débiles y quebradizos. Esta enfermedad se llama osteodistrofia renal o trastorno mineral y óseo.

Esto afecta a todos los huesos del cuerpo, incluida la mandíbula. La mandíbula es la base que sostiene los dientes. Cuando se debilita por la pérdida de calcio, los dientes pueden aflojarse. Pueden desplazarse o incluso caerse. Esto también puede hacer que sea muy difícil para un dentista realizar procedimientos como la colocación de implantes dentales porque el hueso no es lo suficientemente fuerte como para soportarlos. Es un problema grave que empieza silenciosamente en lo más profundo de tu cuerpo.

¿Me sangran las encías con más frecuencia?

¿Has notado un poco de color rosa en el lavabo cuando te cepillas los dientes? El sangrado de las encías es un signo común de gingivitis, la primera fase de la enfermedad de las encías. A muchas personas les basta con cepillarse los dientes y usar hilo dental para que desaparezca. Pero si padeces una enfermedad renal, no siempre es tan sencillo. El sistema inmunitario de tu cuerpo puede estar más débil, lo que dificulta la lucha contra las bacterias que causan la enfermedad de las encías.

Piense en su sistema inmunitario como el ejército de su cuerpo. Se supone que debe luchar contra invasores como bacterias y virus. La enfermedad renal puede debilitar ese ejército. Esto significa que una pequeña infección que una persona sana podría combatir fácilmente puede convertirse en un gran problema para ti. Las bacterias de la boca pueden multiplicarse rápidamente y provocar enrojecimiento, inflamación y sangrado de las encías.

Si no se trata, puede convertirse en periodontitis, una forma más grave de enfermedad de las encías. La periodontitis no sólo afecta a las encías. Destruye el hueso y los tejidos que soportan los dientes. Esta es otra forma de acabar con los dientes flojos o incluso perderlos. Dado que tu cuerpo ya está trabajando duro para hacer frente a la enfermedad renal, una infección bucal grave supone un estrés adicional para todo tu sistema. Es otra batalla que tu cuerpo no necesita librar.

¿Qué debo decir a mi dentista sobre mis riñones?

Ir al dentista puede parecer una parte totalmente separada de su atención sanitaria. Tienes a tu médico de riñón y tienes a tu dentista y no suelen hablar entre ellos. Eso significa que usted tiene que ser el puente entre ellos. Usted es el capitán de su equipo sanitario. Es muy importante que su dentista conozca su enfermedad renal.

Lo primero que debe hacer es hablarles de su diagnóstico. Sea concreto. Dígales en qué fase de la enfermedad renal se encuentra y si está en diálisis. Esta información ayudará a su dentista a tomar decisiones seguras para su cuidado. Por ejemplo, algunos medicamentos, como ciertos analgésicos, son eliminados por los riñones. Su dentista necesita saberlo para poder elegir un medicamento que sea seguro para usted.

También debe llevar una lista de todos los medicamentos que toma. Esto incluye medicamentos con receta, de venta libre e incluso suplementos. Algunos medicamentos pueden provocar sequedad de boca, mientras que otros, como los anticoagulantes, pueden aumentar el riesgo de hemorragia durante una intervención dental. Tu dentista necesita toda la información para tratarte con seguridad y eficacia. No seas tímido. Ser abierto y sincero con tu dentista es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu salud.

¿Puedo hacerme trabajos dentales como coronas o puentes?

Cuando se padece una enfermedad grave, como la renal, la idea de someterse a más procedimientos médicos puede asustar. ¿Y si se le rompe un diente o necesita sustituir uno que le falta? Puede que le preocupe saber si su cuerpo puede soportarlo. Quizá se pregunte: "¿Puedo seguir haciéndome un tratamiento dental?". La respuesta casi siempre es sí, pero con una planificación cuidadosa.

La odontología moderna ha avanzado mucho. Si necesita una funda para un diente dañado, su dentista puede diseñar una corona perfecta para usted. Trabajan con laboratorios increíbles para crearlas. Por ejemplo, un dentista puede encargar una corona a medida a un laboratorio especializado. laboratorio de coronas y puentes. Estos laboratorios utilizan materiales y técnicas increíbles para fabricar dientes de aspecto y tacto naturales. No es algo que tengas que posponer sólo porque tengas una enfermedad renal.

De hecho, la tecnología la ha hecho aún más segura y precisa. Muchos dentistas trabajan ahora con un laboratorio dental digital. Pueden escanear su boca en 3D en lugar de utilizar esas pegajosas cubetas de impresión. Este plano digital se envía al laboratorio, donde pueden fabricar una corona o un puente perfectamente ajustados. Para las personas que necesitan soluciones resistentes y duraderas, los materiales de una de las mejores clínicas dentales del mundo. laboratorio de óxido de circonio porque son increíblemente duraderos y biocompatibles. La clave es la comunicación entre el dentista y el médico especialista en riñón para asegurarse de que el momento y el procedimiento son adecuados para usted.

¿Cómo puedo proteger mis dientes mientras controlo mi enfermedad renal?

Así que ya sabes que hay un problema. La enfermedad renal puede dañar tu boca. Puede parecer una preocupación más. Pero la buena noticia es que puedes luchar contra ella. Puedes tomar sencillas medidas diarias para proteger tus dientes y encías. No son cosas complicadas ni caras. Son hábitos básicos que marcan una gran diferencia.

Primero toma en serio tu rutina diaria. Debes cepillarte los dientes al menos dos veces al día durante dos minutos completos. Utiliza un cepillo de cerdas suaves y un dentífrico con flúor. El flúor ayuda a fortalecer el esmalte dental, haciéndolo más resistente a los ataques de los ácidos. No olvides usar hilo dental todos los días. El hilo dental limpia los espacios estrechos entre los dientes donde el cepillo no llega. Aquí es donde suelen empezar las enfermedades de las encías.

En segundo lugar, cumple el calendario de visitas al dentista. Acude al dentista para una revisión y limpieza al menos dos veces al año o más a menudo si te lo recomiendan. Las limpiezas periódicas eliminan la placa endurecida, llamada sarro, que no puedes eliminar en casa. Tu dentista también puede detectar pequeños problemas antes de que se conviertan en grandes y dolorosos. Si tienes la boca seca, habla con él. Puede recomendarte enjuagues o colutorios especiales que te ayuden. Estos sencillos hábitos son tu mejor defensa.

¿Existe una dieta especial para los dientes y los riñones?

Cuando se padece una enfermedad renal, la dieta lo es todo. Es probable que su médico o dietista le haya dado una lista de alimentos que debe comer y otros que debe evitar. Es probable que vigile el sodio, el potasio y el fósforo. Pero ¿sabía que la mejor dieta para sus riñones es también excelente para sus dientes? Es una situación en la que todos salen ganando.

Piensa en las cosas que te dicen que debes limitar para tus riñones. Las bebidas azucaradas y los alimentos procesados suelen tener un alto contenido en fósforo y son poco nutritivos. Estas son exactamente las mismas cosas que son terribles para tus dientes. El azúcar alimenta las bacterias malas de la boca que provocan las caries. Por eso, al reducir el consumo de refrescos y comida basura para tus riñones, también estás matando de hambre a los gérmenes que quieren arruinar tu sonrisa.

En su lugar, céntrate en los alimentos que son buenos para ambos. Su dieta puede incluir proteínas magras y determinadas frutas y verduras. Lo más importante es beber mucha agua. El agua ayuda al cuerpo a eliminar toxinas, lo que es bueno para los riñones. También enjuaga la boca y combate la sequedad bucal, lo que es muy bueno para los dientes. Comer sano significa comer para todo el cuerpo, y la boca es una parte importante.


Cuidar de su salud con enfermedad renal es un maratón, no una carrera de velocidad. Con mi propio padre vi lo fácil que es dejar pasar algunas cosas cuando estás centrado en el panorama general. Pero su salud bucal forma parte de ese panorama general. Una boca sana puede significar menos infecciones, menos inflamación y una cosa menos de la que preocuparse. Usted ya está haciendo el duro trabajo de controlar su salud renal. Añadir estos sencillos pasos al cuidado de sus dientes es una pequeña inversión que le reportará grandes beneficios.

Puntos clave para recordar:

    • La enfermedad renal puede dañar los dientes al provocar desequilibrios minerales en la boca seca y un sistema inmunitario más débil.
    • El mal aliento con olor metálico o amoniacal puede ser un signo de acumulación de residuos por insuficiencia renal.
    • Su mandíbula puede debilitarse a causa de una enfermedad renal, lo que puede provocar que sus dientes se aflojen.
    • Informe siempre a su dentista de que padece una enfermedad renal y proporciónele una lista de todos los medicamentos que toma.
    • Puedes seguir haciéndote trabajos dentales como coronas y puentes, pero tu dentista y tu médico renal deben trabajar juntos.
    • Proteja su boca cepillándose los dientes y utilizando hilo dental a diario, acudiendo al dentista con regularidad y controlando la sequedad bucal.
    • Una dieta respetuosa con los riñones y baja en azúcar es también una dieta respetuosa con los dientes.
es_ESSpanish