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¡Ataque ácido! Cómo tu dieta provoca caries en secreto

Llevo años ayudando a la gente a hablar mejor, pero ¿y si el gran problema para hablar es entre usted y su dentista? Crees que lo haces todo bien. Te cepillas los dientes dos veces al día. Usas hilo dental... algunas veces. Comes menos chocolatinas y bebidas azucaradas. Pero, cada seis meses, te sientas en esa silla, oyes ese aterrador sonido de raspado y recibes la mala noticia: otra caries. Eso te enfada. Cuesta mucho dinero. Y no te parece justo en absoluto.

Éste es el secreto que su dentista quiere que sepa: el azúcar no es el único villano. Un enemigo mucho más común y furtivo ataca tus dientes todos los días. Me refiero al ácido. Este artículo es tu plan para contraatacar. Vamos a mostrarte cómo los alimentos que crees que son "sanos" están ablandando en silencio el esmalte de tus dientes, para que las caries puedan entrar fácilmente. Sigue leyendo y descubrirás los grandes y sencillos cambios que puedes hacer para detener estos ataques de ácido, salvar tu sonrisa y obtener un buen informe en tu próxima revisión.


¿Por qué sigo teniendo caries si apenas como azúcar?

Seamos claros sobre una cosa. Durante mucho tiempo se nos ha contado una historia sencilla: El azúcar alimenta a los gérmenes. Los gérmenes producen ácido. El ácido produce caries. Eso es todo. Así que has hecho lo correcto y has dejado de comer los malos fáciles de detectar: las galletas, los pasteles y los refrescos. Te sientes bien por ello. Estás siendo bueno. Entonces el dentista encuentra una nueva mancha en tu radiografía y te dan ganas de rendirte. ¿Cuál es el problema?

El problema es que esa historia no es toda la verdad. Es como culpar al que conducía el coche en un atraco a un banco pero no al jefe que lo planeó. El azúcar es un ayudante en el crimen, claro, pero lo que de verdad daña los dientes es el ácido. Y he aquí la sorpresa: muchos alimentos son ya llenos de ácido incluso antes de que entren en tu boca. No necesitas que los gérmenes hagan el mal trabajo. Estos alimentos y bebidas empiezan a derretir tu importante esmalte dental justo cuando lo tocan.

Lo aprendí por las malas. Durante muchos años, empecé el día con un vaso de agua con limón, pensando que estaba haciendo algo bueno por mi cuerpo. Comía manzanas y naranjas como tentempié. Todo el mundo decía que mi alimentación era sana. Pero las facturas de mi dentista me mostraron una historia diferente. Una higienista dental muy amable me hizo un pequeño dibujo y por fin lo entendí. La comida sana que yo creía que me mantenía a salvo estaba en realidad librando una guerra con mis dientes.

¿Qué es exactamente el "ataque ácido" a mis dientes?

Piensa en el esmalte de tus dientes como en una estatua fuerte y brillante. Es la cosa más dura de todo tu cuerpo, hecha para proteger las partes más blandas del interior del diente. Ahora, piensa en si sigues salpicando un poco de vinagre sobre esa estatua. Al principio, no verías nada. Pero después de un tiempo, la parte brillante se volvería opaca. Se pondría áspera. Empezaría a tener pequeños agujeros y se derretiría. Eso es un ataque con ácido.

Cada vez que comes o bebes algo con ácido, el nivel de pH de tu boca desciende rápidamente. Un pH normal es 7. Tu esmalte empieza a desmineralizarse -que es una palabra elegante para derretirse- a un pH de alrededor de 5,5. Un vaso de zumo de naranja tiene un pH de alrededor de 3,5. Un vaso de zumo de naranja tiene un pH de alrededor de 3,5. ¿Una lata de refresco de cola? Alrededor de 2,5. ¡Esto es muy, muy ácido! Esto hace que en unos 20 o 30 minutos tu esmalte se esté ablandando y debilitando. Es como dejarle la puerta abierta a un ladrón.

El daño no es ruidoso ni grande. Es silencioso y lento. No se siente. Pero cada sorbo de vino, cada bocado de tomate, cada trago de bebida deportiva se suman a este daño lento. Con el paso de los meses y los años, la fuerte parte exterior de tus dientes se vuelve más fina y débil, lo que hace súper fácil que los gérmenes entren y hagan una caries.

¿Cómo funciona el sistema de defensa natural de mi cuerpo?

Ahora bien, no todo son malas noticias. Tu cuerpo es una máquina asombrosa, y tiene su propio sistema de defensa para estos ataques ácidos. Tu luchador número uno en esta pelea es tu saliva. La saliva es un verdadero superhéroe. Hace dos cosas muy importantes. Primero, lava los restos de comida y ácido de tus dientes. Segundo, y más importante, es un poco lo opuesto al ácido y tiene buenos minerales como el calcio y el fosfato.

Después de un ataque ácido, tu saliva empieza a trabajar, combatiendo lentamente el ácido y devolviendo el pH de tu boca a un nivel seguro. Cuando es seguro, comienza la "remineralización", utilizando su calcio y fosfato para reconstruir y fijar el esmalte débil. Es una lucha que nunca se detiene. El ácido destruye el esmalte y la saliva lo reconstruye. Una caries se produce cuando la destrucción es mayor y más rápida que la reconstrucción.

El problema es que los alimentos que comemos hoy en día son a menudo demasiado para esta defensa natural. No sólo tomamos tres comidas ácidas al día. Bebemos bebidas ácidas todo el día. Comemos aperitivos ácidos. Esto significa que nuestras bocas están en esa peligrosa "zona de peligro" de pH inferior a 5,5 durante horas. Tu pobre saliva no puede seguir el ataque sin parar. Nunca tiene la oportunidad de reparar completamente el daño de un ataque antes de que comience el siguiente.

¿Son mis alimentos "sanos" secretamente el enemigo?

Esta es la parte que sorprende a la mayoría de la gente. Toda la vida te han dicho que comas más fruta y verdura. Te preparas una buena ensalada para comer, con un aliño picante. Comes una manzana verde por la tarde. Te preparas un buen batido de frutas después de hacer ejercicio. Tienes un aspecto muy saludable. Entonces, ¿por qué tienes problemas en los dientes?

La triste verdad es que muchos de los alimentos más saludables también tienen mucho ácido. Piénsalo: los cítricos como las naranjas, los limones y los pomelos están llenos de ácido cítrico. Los tomates son ácidos. Las uvas, las piñas y las bayas son ácidas. ¿Ese saludable aliño para ensaladas? Suele estar hecho con vinagre o zumo de limón, y ambos son muy, muy ácidos. Incluso las bebidas saludables como la kombucha pueden ser tan ácidas como un refresco.

No le estoy diciendo que deje de comer estos alimentos. Sería un mal consejo. Son muy importantes para el organismo. La respuesta no es dejar de comerlos, sino aprender sobre ellos. Tienes que saber que no puedes tratar estos alimentos como tratas algo que no es ácido, como un trozo de queso o un vaso de leche. Es como tocar algo que puede quemar. Sólo tienes que conocer las medidas de seguridad adecuadas para obtener lo bueno sin los malos resultados.

¿Cuáles son los principales villanos ácidos que se esconden en mi cocina?

Saber es poder. Si puedes encontrar las principales cosas con ácido en tu comida, puedes empezar a controlar cómo te afectan. Algunos son fáciles de ver, pero otros ni siquiera los conoces. Ha llegado el momento de mostrarte estos escurridizos malos. Puede que te sorprenda lo que encuentres.

Empecemos por las bebidas, porque suelen ser las peores. La lista es larga:

  • Refrescos (tanto light como normales): Tienen ácido fosfórico y cítrico. Los refrescos dietéticos son igual de malos, quizá peores, para el daño ácido.
  • Zumos de frutas: Los zumos de naranja, manzana, uva y arándanos son muy ácidos.
  • Bebidas deportivas y energéticas: Se fabrican para "evitar la sed", lo que a menudo significa que contienen mucho ácido cítrico.
  • Vino (tinto y blanco): Las uvas son ácidas, y hacer vino no cambia eso.
  • Café: Sí, el café que te gusta por la mañana es ácido.
  • Agua con gas con "sabores naturales": Ese sabor a limón o lima no es sólo un gusto; procede del ácido, que puede hacer bajar el pH.

¿Y la comida? La lista es igual de larga. Cuidado con los aliños para ensaladas, las salsas con tomate, los encurtidos, los cítricos e incluso algunos panes como el de masa madre, que utilizan un fermento ácido. Lo principal no es hacer una lista de "alimentos prohibidos", sino conocerlos. Cuando comas o bebas una de estas cosas, debería sonar una pequeña alarma en tu cabeza: "¡Ataque ácido en curso! Empieza a defenderte!"

¿Puedo seguir disfrutando del café y el vino?

Cuando se lo cuento a alguien por primera vez, a menudo veo una mirada de miedo en sus ojos. La idea de renunciar a su café matutino o a su copa de vino por la noche es demasiado para ellos. Deja que te haga sentir mejor. No tienes por qué renunciar a ellos. Yo no lo he hecho. El objetivo es ser más inteligente, no vivir una vida aburrida sin buena comida.

El secreto está en unos sencillos trucos para que el ácido toque tus dientes durante menos tiempo. En primer lugar, intenta no tomar ese café o ese vino durante muchas horas. Cuanto más tiempo esté el ácido en tu boca, más daño hará. Es mucho mejor para tus dientes tomarlo con una comida o de una vez (por ejemplo, en 20-30 minutos) que sorberlo toda la tarde. De este modo, la saliva tiene una buena oportunidad de entrar en la boca, combatir el ácido y empezar a arreglar las cosas.

¿Otro gran consejo? Bebe con pajita. Puede resultar un poco raro tomarse el café caliente o el vino tinto con una pajita, pero es de gran ayuda. Una pajita ayuda a que el líquido ácido pase por delante de los dientes delanteros y llegue a la parte posterior de la boca, donde puedes tragarlo más deprisa. Esto reduce el contacto del ácido con el esmalte. Y siempre, siempre, enjuágate la boca con agua al terminar. Esta sencilla acción de enjuagar y tragar ayuda a eliminar los restos de ácido y a iniciar el proceso antiácido.

En En Me importa más comer que Qué ¿Yo como?

Esta es una gran pregunta, y la respuesta es un gran sí. La frecuencia de los ataques de ácido es quizá más importante que su intensidad. Piénsalo así: ¿qué es peor para una valla de madera, una tormenta gigantesca o una lluvia ligera que no cesa durante una semana? La lluvia que no cesa hará que la madera se pudra mucho más rápido porque nunca tiene la oportunidad de secarse. Lo mismo ocurre con tus dientes.

Cuando usted come tres comidas separadas al día, usted está haciendo tres ataques ácidos separados. Después de cada comida, tu saliva se pone a trabajar durante un par de horas y hace que el pH de tu boca vuelva a ser seguro. ¿Pero qué pasa si comes pequeños tentempiés todo el día? Unas galletas por aquí. Un sorbo de zumo por ahí. Unas uvas una hora más tarde. Cada uno de estos pequeños tentempiés inicia un nuevo ataque ácido de 20 minutos. Si siempre estás picoteando, tu boca puede permanecer en esa "zona de peligro" ácida durante horas.

Por eso los dentistas suelen decir que comer pequeños tentempiés todo el día es uno de los peores hábitos para la salud de tus dientes. Al agrupar los alimentos y bebidas ácidas en las comidas, limitas el daño. Le das a las defensas naturales de tu cuerpo -tu saliva- una buena oportunidad de hacer su trabajo y arreglar tu esmalte. Si tienes que picar algo, intenta elegir alimentos que no sean agresivos para los dientes, como queso, frutos secos, yogur o verduras normales como zanahorias y apio.

¿Me cepillo mal los dientes después de comer?

Lo que piensas tiene sentido. Acabas de terminar una comida con ácido y quieres correr al baño para quitarte todo ese ácido malo. Tiene mucho sentido. Pero esta vez, lo que piensas está mal. En realidad, cepillarse justo después de una comida con ácido es una de las peores cosas que se pueden hacer. Es un error que cometí durante años.

¿Recuerdas que dijimos que el ácido ablanda el esmalte? Piense en ese esmalte blando como si fuera hormigón húmedo. Si coges un cepillo duro y empiezas a cepillar hormigón mojado, no lo limpiarás; lo rasparás y harás líneas en él. Cuando cepillas tus dientes cuando están en ese estado blando y desmineralizado, realmente estás restregando tu esmalte. Estás ayudando al ácido a hacer su mal trabajo.

¿Cuál es la respuesta? Espera. Tienes que darle a tu saliva entre 30 y 60 minutos para que haga su trabajo. Deja que luche contra el ácido y que empiece primero el proceso de remineralización. Mientras esperas, puedes hacer dos cosas. Primero, como hemos dicho, enjuágate la boca con mucha energía con agua corriente. Esta es una forma segura y buena de eliminar gran parte del ácido. Segundo, puedes masticar un chicle sin azúcar con xilitol. Masticar chicle produce mucha saliva, lo que hace que el proceso de fijación sea mucho más rápido. Después, al cabo de una hora, puedes cepillarte los dientes sin peligro.

¿Qué sencillos hábitos puedo empezar hoy para ganar la guerra contra la acidez?

Bien, ya hemos hablado del problema y de la ciencia. Ahora vamos a lo bueno: las cosas fáciles que puedes hacer cada día para proteger tus dientes. No es necesario que cambies toda tu vida. Unos pequeños cambios pueden suponer una gran diferencia para la salud de tu sonrisa durante mucho tiempo.

En primer lugar, haz del agua tu mejor amiga. Después de cualquier cosa ácida -café, ensalada, fruta, vino- enjuáguese la boca con agua durante 30 segundos. Es el mejor y más fácil hábito que puede aprender. En segundo lugar, acompañe los alimentos ácidos con otros que no lo sean o que sean lo contrario de ácidos. Tomar un trozo de queso después de un vaso de vino o beber leche con pasta con salsa de tomate puede ayudar a detener el ácido de inmediato. El queso es especialmente bueno porque hace salivar y recubre los dientes.

Tercero, utiliza una pajita para las bebidas ácidas. Sé que lo he dicho antes, pero lo repetiré. Es un cambio sencillo que realmente reduce el contacto del ácido con los dientes. Cuarto, cambia a un cepillo de dientes con cerdas suaves y una pasta menos áspera. Muchas pastas dentales "blanqueadoras" son muy ásperas y pueden ayudar a desgastar el esmalte si también comes mucho ácido. Por último, mastica chicle sin azúcar después de las comidas. Es una forma estupenda de hacer mucha y buena saliva justo cuando más la necesitas.

¿Cuál es el coste real de ignorar estos ataques de ácido?

He estado hablando de las caries, pero la verdad es que el coste de no preocuparse por los daños causados por los ácidos es mucho mayor a largo plazo. Al principio, puede que veas que tus dientes son más sensibles al frío y al calor. Esto se debe a que el esmalte fuerte se ha adelgazado, dejando ver la parte blanda que hay debajo. También es posible que tus dientes empiecen a estar un poco amarillos. No se trata de una mancha, sino de que el esmalte fino deja ver el color amarillo de la dentina. Los extremos de tus dientes frontales pueden incluso empezar a verse claros o astillados.

Si el daño continúa, te enfrentas a un trabajo dental grande y costoso. Puede que necesites empastes, pero los daños realmente graves pueden requerir mucho más. Podrías necesitar adhesivos para arreglar los extremos astillados o incluso un juego completo de carillas para cubrir los frentes dañados de tus dientes. Un buen juego de carillas suele requerir un tratamiento especial. laboratorio de chapas harán las fundas perfectas y de aspecto natural para sus dientes. En el peor de los casos, el diente se debilita tanto que necesita una corona completa para evitar que se rompa. Esto significa que su dentista trabajará con un laboratorio de coronas y puentes para fabricar una funda a medida para su diente.

Y los problemas no acaban ahí. Algunas personas, preocupadas por la salud de sus dientes, empiezan a rechinar los dientes por la noche, lo que se denomina bruxismo. Esto deteriora rápidamente el esmalte, ya de por sí débil. ¿Cuál es la solución? Lo has adivinado, otra visita al dentista y un pedido de una protector nocturno laboratorio dental por un aparato especial para proteger tus dientes cuando duermes. El coste de ignorar el ácido no son sólo unos cuantos empastes. Es un montón de problemas que pueden conducir a miles de dólares en trabajo dental duro, sentirse mal, y una sonrisa que no son felices con más.


Su plan de batalla: Puntos clave

No hay por qué tener miedo a la comida. Comprendiendo al verdadero villano y haciendo algunos cambios inteligentes, puedes tener una dieta saludable y una sonrisa sana.

  • Conoce al malo: Sepa que el ácido, y no sólo el azúcar, es una de las principales causas de las caries. Conozca los alimentos y bebidas ácidos, como los cítricos, los tomates, el café, el vino y los refrescos.
  • Detener el ataque: Bebe bebidas ácidas de golpe y no a sorbos durante todo el día. Dedica tu alimentación a comidas reales en lugar de comer tentempiés todo el tiempo.
  • Aclarar inmediatamente: Después de comer algo ácido, enjuágate la boca con agua para eliminar el ácido.
  • Espera para cepillarte: No te cepilles los dientes durante al menos 30-60 minutos después de un ataque ácido. Su esmalte es blando y se cepillará.
  • Ayude a sus defensas: Mastica chicle sin azúcar después de las comidas para producir más saliva natural.
  • Utiliza una pajita: Bebe bebidas ácidas con una pajita para pasarlas entre los dientes.
  • Mezcla tus alimentos: Mezcla alimentos ácidos con otros que no lo sean, como el queso o la leche, para ayudar a combatir el ácido.
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